viernes, 29 de agosto de 2008

Huíd, grillos!


En China, la cultura de los grillos tiene (según San Google) unos 2000 años de antigüedad, como cantantes y como luchadores.

Se piensa que la costumbre comenzó en palacio, cuando las concubinas del emperador recogían los grillos y los guardaban en pequeñas jaulas doradas, que colocaban junto a sus almohadas para escuchar sus cantos nocturnos.

Otra opinión, sugiere que fueron los campesinos los que empezaron la costumbre y que esta se trasmitió a palacio. Mucha gente, incluyendo famosos pintores, poetas, músicos y monjes budistas se mostraban entusiastas de tener mascotas cantarinas. No es posible saber con exactitud donde comenzó la costumbre, pero si se sabe que era un hobby elegante.

La literatura revela que cada verano en Chang An (la capital durante la dinastía Tang), había gente vendiendo grillos por las calles, y sigue haciéndose hoy en día, ya que se considera al grillo un animal doméstico que atrae la buena suerte, y su canto es muy valorado.

Los combates de grillos se remontan a la dinastía de Tang (618-907) y eran un pasatiempo de las clases superiores. En la actualidad continúa esa costumbre, y según el diario South China Morning Post, un grillo campeón de combate puede costar hasta 2.600 dólares (unos 2.100 euros).

Solo canta el grillo macho, de una forma especial para llamar a la hembra (frotando una fila de dientes en la superficie inferior de sus alas), pero el canto varía según la situación.
También tiene “canciones” de cortejo que solo ejecuta cuando ambos han hecho contacto con sus antenas, o cantos de aviso en situaciones de alarma. Cuando un macho combate con otro tiene un canto agresivo que avisa a los otros para que mantengan la distancia.

Se ha estudiado también la influencia del canto del grillo en otras culturas (azteca, romana), como favorecedor de estados de conciencia alterados.

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España, Zaragoza, cercadelauniversidad. Hoy:

Wildberry: Ah, un bicho! Ooooh... hace cri cri... Es un grillo!! Un grillo!

El Caníbal:
Oh, sí, un grillo!

Wildberry
: Qué majo!

(Los dos siguiendo con la mirada al grillo, bichito negro que se aleja cricreando. Aparece en escena Señor malvado, que lo mira, nos mira, vuelve a mirarlo)

Señor malvado:
Ah, un grillo!
(Grillo es pisado brutalmente sin ningún miramiento)

Wildberry:
(Grito ahogado)

Señor malvado:
Hacen mucho ruido! En este almacén hay uno escondido y no lo conseguimos encontrar. Hace un ruido por las noches... los vecinos están hartos!! Hay que matarlos!!

Wildberry:
(En shock) ....

Señor malvado:
Hay que matarlos! Yo lo siento, pero es así!

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Grillos del mundo que me leéis, huid, huid bien lejos!! Zaragoza es una ciudad peligrosa para vivir!

(Me asusta la gente...)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

im your favorite reader here!

Anónimo dijo...

Aunque parezca increíble, FUE EXACTAMENTE ASÍ. (aunque Señor Malvado, viendo la reacción de Wildberry, terminó justificándose repitiendo "¡Hay que hacerlo! ¡hay que hacerlo!"

Wildberry dijo...

Jo. Yo que pensaba que iba a admirarlo, como nosotros... y no.
Qué shock.
("Hay, que hacerlo!" Qué miedo...:))